Bueno, hay varias respuestas a la pregunta en cuestión: depende de la gente. Unos prefieren comprar un colchón de su marca preferida y luego mandarlos a reducir.
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| COLCHON DE CUNA |
Otros clientes prefieren mandar a confeccionarlos. Si es de las personas que no está segura qué materiales van a usar en la confección de su colchón, pues la elección es obvia: comprar un colchón de su marca favorita y luego mandarlo a reducir.
Si es de las personas que no desconfía de los materiales con los que fabricarán su colchón, y está dispuesto a dar el 50 % de adelanto y esperar una semana para que se lo entreguen, pues le conviene mandarlo a fabricar.
La elección es del cliente.
Las ventajas de comprar un colchón de su marca favorita y luego mandarlo a reducir radican en la confianza y el tiempo. Así es: usted sabe cómo está hecho el colchón que ha comprado, porque cada colchón tiene una etiqueta en uno de los lados laterales. Dicha etiqueta especifica con qué materiales se ha fabricado el colchón; además, proporciona las medidas y la garantía en años.
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ETIQUETA DE UN COLCHÓN |
Una vez que le entregan el colchón en su casa, ahí mismo, sobre una mesa y en tan solo dos horas, se procede a reducirlo, ya sea en largo o ancho. Por mi experiencia, el largo es el principal problema. Y los cortes de reducción varían entre 10 y 20 cm. Ese es el rango de corte en el 90 % de los casos.
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CORTE LARGO COLCHON PLAZA Y MEDIA, 1,90 A 1.70 M |
Entre las preguntas de algunos clientes está si el colchón se corta con una máquina, como quien corta un pedazo de torta. A otras clientas les preocupa cómo se va a cerrar el colchón una vez cortado, y si no se abrirá o se descoserá del todo. La respuesta es muy simple: los colchones no se cortan ni se reducen con máquina; se utilizan herramientas. Y respecto a la costura, se cierra manualmente, como quien cierra un mueble. No se descosen para nada. De hecho, el colchón cumple su vida útil antes de que se descosa.
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EJEMPLO DE COLCHON CORTADO A DOMICILIO |
Cuando se corta, reduce o achica un colchón, solo trabajo la parte a reducir, es decir, el borde. El colchón no se desarma en absoluto; queda tal y como vino de fábrica.
El acabado final es un colchón reducido, igualito al original, pero más chiquito.
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